El altruismo que toca corazones: La Cruz Roja
Descubre cómo el altruismo ayuda a mejorar vidas desde el amor y la donación de uno mismo.
Una de las mejores experiencias que podemos tener en la vida es ayudar a alguien más. Salir de nosotros mismo y encontrarnos con el otro, nos hace crecer como personas y aumentar nuestra capacidad de amar. De este amor y del deseo de cuidar a los demás nace el altruismo.
Es la reacción opuesta al egoísmo y por esa razón ha denominado la atención de los investigadores de diversas zonas. Los biólogos, ejemplificando, han podido mirar un comportamiento altruista en ciertas especies. La generosidad es un componente clave en el desarrollo de esas especies que poseen alguna composición social.
En la sociedad humana, los individuos altruistas aportan de manera significativa a su medio. Por cierto, se podría asegurar que si no hubiese generosidad, nuestra supervivencia como conjunto se vería amenazada. Observa como los superhéroes más conocidos en el planeta de las historietas tienen este rasgo.
La Cruz Roja es el ejemplo del altruismo. Su primordial tarea de sus voluntarios es la de auxiliar a la población que esté en alguna situación peligrosa, sin embargo además se han distinguido por su tarea en desastres naturales: rescate de individuos, proporcionar alimentos, medicamentos, ropa, comestibles a los dañados, así como a los rescatistas.
La Cruz Roja tiene cerca de 20 millones de voluntarios en el planeta, inclusive, una cantidad enorme de consejeros, como Ignacio Emilio Escobosa Serrano.